domingo, 30 de diciembre de 2018

¿Crees en las segundas oportunidades? - Mónica Gae

No, no y rotundamente no.

Nunca he creído en ellas y la única vez que decidí hacer una excepción, bastaron unas semanas para volver al no.

Creo que si una relación no funciona hasta el punto de dejarlo, volverá a no funcionar. Porque las personas, antes de abandonarlas, se cuidan. Y si hay que luchar, se lucha de la mano. Las relaciones no se ponen en pausa ni se dejan para más adelante.  Si hay algo que arreglar, se habla y se arregla, no te vas.

Los baches, las discusiones, los obstáculos y las diferencias están para fortalecer el vínculo si es que tiene que haberlo. Creo que cuando te sueltan de la mano o tú sueltas de la mano a alguien, hay que hacerlo frío y haberlo pensado mucho y bien. Porque al menos en mi opinión, es un camino de solo ida.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Que se joda la cordura - María Vera

Claro que siento por encima de mis posibilidades
Si eso es estar loca,
no sé a qué esperas para ponerme la camisa de fuerza.
A mí, en cambio,
el loco me pareces tú por no hacerlo.
Por esquivar todas las piedras de tu camino
sin pararte a besarlas después del tropiezo.
Porque se te han atrofiado las alas
por tu absurdo temor a las alturas,
por si la hostia y los mío pedazos.

Yo me he roto todos los huesos del cuerpo
contra el fondo de una piscina vacía
por una posibilidad entre mil de caer
en un futuro jodidamente precioso.

Perdóname, pero el único loco eres tú. 
Que nunca has hecho una montaña de un grano de arena
y no sabes lo bien que se respira
al llegar a la cima y comprobar que sigues vivo.

Guárdate ese discurso de mierda,
que pasar página es, al fin y al cabo,
saltarse una parte de la historia.

No.
Yo soy más de punto final y libro nuevo,
de arrancarme más el corazón que la ropa
cuando alguien me besa la sonrisa.

Estás loco si no tienes cicatrices
porque sólo los valientes las llevan por bandera,
y sólo los valientes son capaces
de abrazar sin miedo a desordenarse
los mil pedazos de aquella hostia
- porque a ellos les sobran alas, claro -.

Y si estar loco  es querer así,
con todo
incluso con miedo,

que se joda la cordura.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Estoy conociendo a alguien - Lucía Tudela

Estoy conociendo a alguien y no sabes lo feliz que me hace. No llevamos tanto sabiendo el uno del otro pero en el poco tiempo en el que le conozco sé que es el amor de mi vida y que posiblemente quiera estar a su lado el resto de mis días. No hemos hablado todavía sobre matrimonio ni nada parecido, no te asustes, simplemente sé que no nos hace falta porque nos sobra el amor y todos sus derivados.

Me he enamorado de como escribe, porque escribe, porque saca todo lo que tiene dentro y a veces pienso que lo hace hasta mejor que yo. Pero no te preocupes, no es envidia, es orgullo.

Pensaba que no olvidaría a quien había sido hasta ahora el amor de mi vida, pero menos mal que si, menos mal que ahora su nombre solo está escrito en aquel libro que dejé en la estantería y que he podido despegarme de su recuerdo.

Me he aprendido de memoria como come, como camina e incluso como duerme, puedes llamarme obsesa o enamorada mejor dicho, pero la felicidad que recorre por mi pecho es inhumana.

He aprendido a ser mejor persona a su lado y me ha enseñado que por muchas veces que me caiga va a estar siempre ahí, cogiéndome de la mano y besándome las heridas después.

Que mi coraza no tiene miedo a abrirse si es por su culpa y mi insomnio se ha enamorado de cada hora que pasamos juntos en la madrugada, echándonos de menos porque la noche hace de las suyas.

Siento que le conozco de toda la vida aunque hasta hace unos meses no había aparecido todavía. 

Ahora sin duda sé que me ha hecho falta todo este tiempo. Echaba de menos un amor así de incondicional, una caricia en el corazón y esa promesa de "para siempre"  porque sé que esta vez si se va a cumplir.

Ha tardado en llegar, pero ya sabes lo que dicen... mejor tarde que nunca. Y yo llevo esperando mucho tiempo, esperándole.

¿Qué quien es?

Se llama amor propio.

sábado, 8 de septiembre de 2018

Cambios - Mónica Gae

Claro que miro diferente, antes te miraba a ti.
Ahora sólo pretendo saber qué escondes.

Por qué has vuelto si te fuiste, 
por qué te fuiste si pensabas volver.

¿A qué trastorno mental quieres dedicarte ahora?

No puedes venir con una pistola anunciando paz
solo porque las guerras que te queden
sean aburridas y fáciles de ganar.

A mí no me vengas con contratos absurdos
si lo divertido es romperlos y eso lo aprendí contigo.

Claro que he cambiado,
antes de ti nadie me había hecho el daño que tú me hiciste.

No sonrías, no fue para tanto y sinceramente,
me esperaba más sangre por todos lados.
Después de un par de capas todo quedó como nuevo.

Siento decepcionarte, pero claro que he cambiado,
cambiar es bueno.
Hace que tus ex nunca vuelvan a fijarse en ti.

martes, 28 de agosto de 2018

Día 15 - Loreto Sesma

¿Por qué 21? 

Porque se supone que 21 días es el período de tiempo en el que coges un hábito ¿no? 
Y… no sé… Pensé que… quizás…olvidar a una persona también llevaría 21 días. Pero me equivoqué. 

Creo que he pedido los deseos a la estrella fugaz equivocada y que he sido como esa colilla pisada por miles de personas. Que a lo mejor no ha sido el beso sino el peso en los hombros de la mentira. Reconozco que me he sentido como esas personas que con el cartel de “tira” empujan y no consiguen abrir la puerta sin haberse equivocado antes. 

Pero… puedo ser muchísimas cosas, puedo equivocarme… intentar luchar contra titanes sintiéndome tan hormiga… pero nunca jamás he actuado para hacer daño, y menos a quien quería.

El pasado sigue siendo el peldaño que no alcanzas y por el que no puedes subir aquí, donde estoy yo, y desde donde se ven estas vistas asombrosas. El paisaje nunca será el premio si antes no has pagado el peaje del olvido. Y hasta que no me he ido no lo he sentido y hasta que no notes que me he ido no sabrás lo que te he querido.

He aprendido que con las manos manchadas de sangre es mejor no firmas sentencias en blanco. Aprendes que cuando un camino se bifurca por mucho que tú trates de coger un atajo o correr cuesta abajo la velocidad de arranque ya no es la misma. Que cuando dos caminos se bifurcan es porque ya no deben seguir unidos, es porque dos ya son uno y uno, y cada uno por su camino.

martes, 14 de agosto de 2018

.

Déjame que te diga que lo único que echo aún más de menos que a ti es a mí misma antes de conocerte. O cuando te estaba conociendo. Ahí si sonreía, reía a bocanadas. Ahí sí rezaba con manos y pies y pecho por tenerte el resto de mi vida cerca. Ahí estaba enamorada y de una pieza. Ahí éramos tú y yo y tú eras entonces todo cuanto yo quería llegar a tener.

Y ahora mira,
mira qué desastre.

Mónica Gae

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No he vuelto. Y lo digo porque no puedes volver al lugar de donde nunca te has marchado. Sigo estando rota, pero me estoy reconstruyendo en otros lares: http://nueveden0viembre.blogspot.com/ 

jueves, 18 de enero de 2018

Días

Día Uno sin ti:
te echo tanto de menos que en mi reloj aún es ayer.


Día Dos sin ti:
no salgo de la cama,
aún estás conmigo, tan guapa,
aunque sea en mis pesadillas.


Día Tres sin ti:
no llamas
y todo, las canciones mi cama
la pena mi pecho tu nombre mi nombre con el tuyo
tus fotos mis trozos nuestros restos,
comunica.


Día Cuatro sin ti:
me abandonaste a las tres en punto.
El reloj lleva cuatro días marcando las tres y cinco.


Día Cinco sin ti:
tu ausencia aplastando mis entrañas.
Pareciera que han pasado por mi alma noventa años.


Día Seis sin ti:
hoy solo he llorado escuchando a Andrés
y leyendo a Ernesto.
Voy mejorando.


Día Siete sin ti:
mi madre me ha besado las orejas
y he salido del ataúd que es mi cama sin ti,
dejando al lado de la almohada una nota de resurrección.


Día Ocho sin ti:
me he ido a dar un paseo a la playa,
ha llovido como si le hubieran roto el corazón al cielo
y he comprendido
que uno es de donde llora pero siempre
querrá ir a donde ríe.


Día Nueve sin ti:
no te olvido,
pero hoy he vuelto a reír de nuevo
y he sentido un anhelo reconfortante al abrir la ventana,
como si el aire barriera los fantasmas de mi suelo.


Día Diez sin ti:
he dejado de huir
porque me he dado cuenta de que soy la
única que me sigue.
Tu recuerdo tampoco: se ha quedado atrás.
Creo que me acerco a la meta.


Día Once sin ti:
me he olvidado de que te estaba olvidando
y te he olvidado.


Día Doce sin ti:
he conocido a alguien,
soy yo.
Voy a darme una oportunidad.


Elvira Sastre supo explicar en pocas palabras lo que no se puede olvidar en pocos días.
Yo, aún sigo viva, pero por otros mares:
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