miércoles, 17 de junio de 2015

Si volviera a nacer

Si volviera a nacer, me gustaría decirte que corregiría errores, pero pasaría seguramente por las mismas cosas. 

Me equivocaría en los mimos sitios, y acertaría más bien poco o casi nunca, porque si volviera a nacer me gustaría decirte que sería más duro, más experimentado, más sabio, pero imagino que nada, que acabaría diciendo los mismos "te quiero", los mismos "te odio", los mimos "adiós".

Volvería a llorar por los mimos éxitos, y a reír por los mismos fracasos, porque son ellos los que me han traído hasta aquí.

Nadie sabe muy bien lo que haría si volviera a nacer, pero yo sin embargo, ahora sí se algo. Lo que sé es que si volviera a nacer, volvería a buscarte. Exactamente igual. No pararía hasta volverte a encontrar. En aquel sitio, a la misma hora. Volvería mucho más nervioso que aquella primera vez. Intentaría   decir lo mismo que dije para llamar tu atención, aunque supiera que lo nuestro iba a tener un final. Te miraría a los ojos como estoy haciendo ahora, y te diría sólo una cosa... que si volviera a nacer, volvería a buscarte una y mil veces más, que si volviera a nacer, volvería con los ojos cerrados.

- Risto Mejide. 

miércoles, 10 de junio de 2015

Mejor prevenir(te) que curar

Tengo que decirte que a distancias cortas y con un par de cervezas o con un café en mano gano mucho, que a primeras seré lo más tímido que te puedes echar a la cara, pero dame unas horas y un par de conversaciones para que te tome como un amigo más o qué se yo, algo eterno, efímeramente eterno.

Creo que soy un poco autodestructiva cuando ni siquiera intento serlo. Así que a todo aquel que llegue nuevo a mi vida, quiero decirle un par de cosas para que no se asuste y que como dice el dicho: "mejor prevenir que curar". Así que allá va:

Tengo mucho miedo a volver a sentir algo por alguien y siento mucho cuando notes que te alejo, porque lo hago sin querer; voy a pensar que no te gusto, porque antes he gustado mal; voy a pensar que no me quieres, porque me han querido mal; voy a pensar que eres uno todo el tiempo, y no dos a casa instante: voy a pensar que no voy a tener rosa, ni sorpresa, ni palabras de agrado o afecto, porque me enseñaron que para algo efímero ¡para qué esforzarse! si va a acabar igualmente.

Te prometo que no voy a querer dudar de alguna de tus caricias, al contrario, pero lo voy a hacer; y me voy a poner borde, y pesada cunado crea que te estoy perdiendo. Confiaré en las segundas, terceras y octavas parte aunque por dentro esté cagada de miedo; querré verte a diario, pero necesitaré espacio; me picaré mucho, pero me enfadaré poco; fallaré en mil intentos, pero siempre pondré empeño en hacerlo(nos) bien; soltaré muchas indirectas pero no sé decir las cosas de otra forma, aunque intentaré aprender; preguntaré por todo, parte de mí sigue en la etapa de los porqués y de la curiosidad.

Te leeré y aprenderé pronto: intentaré no decir nunca un "lo siento" y si lo digo, que sea porque te he besado más fuerte de lo normal. Meteré la pata, habré metido la pata ya, pero hasta en sueños, mi subconsciente me dice lo tonta que he sido y lo que tengo y debo hacer. Te miraré constantemente para intentar adivinar porqué me ves con esos ojos, porqué te sale esa media sonrisa. Necesitaré que me hagas reír y que hagas conmigo payasadas.

Yo no soy perfecta, soy un auténtico desastre con necesidad de un poco de orden. Soy un lío, soy un puto lío, me tropiezo conmigo misma pero porque según dicen, ando bailando, saltando.

Lo único que puedo ofrecerte es mi preciado desorden; ofrecerte una sonrisa en la cara las 24 horas del día, y un buenos días/noches cuando te acuestes y te levantes;, un abrazo sincero que te haga sentir en calma y no te moleste.

Te ofrezco centímetros aunque haya kilómetros.
Te ofrezco baile entre semana y domingos de cine.
Te ofrezco un mañana, porque las cosas se construyen poco a poco.

 Un: "ha valido la pena compartir desastre."

-Anónimo