martes, 24 de diciembre de 2013

Hoy es un día especial y no por ser noche buena. Hace once años que para nosotros el 24 de diciembre es algo más que todo eso.  En 2002 nació la pequeñaja y desde entonces la hemos visto hacer el trasto con nosotros. Desde ese día dejamos de ser los cuatro para empezar a ser los cinco. 
Mi rubia preferida, la pequeña Mery. A la que hemos visto aprender a hablar y a andar, a la que hemos enseñado a jugar y la que se ríe a carcajadas cuando s su primo mayor empieza a hacer el tonto porque ya no hay quien lo pare. 
Cada día se hace más mayor esa niña que tantas veces ha conseguido sacarme de quicio, pero que a la vez es la que más me abraza cada vez que la veo.  La que deja que la peine y adora que le haga trencitas en el pelo. Ella es una de esas personas que hizo que me gustasen los jueves porque significaba que la veía.
Pero es que por muy grande que se haga, por mucho que crezca, siempre será  mi enana. Que por ahora son 11, pero nos quedan muchas más noches buenas, navidades y, claro está, muchos más años juntas. Que tenemos que enseñarnos muchas cosas, que tenemos que abrazarnos muchas veces. Y tenemos aún mucho que reñir para acabar diciendo que nos queremos. 
Por todo lo que pone aquí, y por todo lo que falta. Feliz cumpleaños pitufa.


 


lunes, 23 de diciembre de 2013

Sábado 8 de  diciembre
"Hoy quemé tu carta. La única carta que me escribiste. Y yo te he estado escribiendo (sin que tú lo sepas) día tras día. A veces con amor, a veces con desolación, a veces con rencor. Tu carta la conozco de memoria: catorce líneas, ochenta y ocho palabras, diecinueve comas, once puntos seguidos, diecisiete acentos ortográficos y ni una sola verdad."

domingo, 22 de diciembre de 2013

Crecer significa cambiar, dijeron. Nadie se dio cuenta de que crecer es empezar a ser quien eres o quien quieres ser. Dicen un simple "has cambiado" cuando quizá deberían decir que lo único que estás haciendo es elegir tu camino. Y joder, qué bonito poder decir que hace un tiempo que lo compartimos. Qué increíble el habernos encontrado. También dijeron que tener a alguien al lado sólo dependía de ti, y volvieron a no darse cuenta de que si estás al lado de alguien, es porque también ellos te dejan quedarte. Y se me hincha el pecho al ver quienes me han dejado.
















sábado, 30 de noviembre de 2013

Por ti. Contigo.

"Empecé a creer en el amor a primera vista,
cuando vi lo que tu pelo hacía con el viento,
lo que tus caderas a los ojos de Madrid,
o lo que tu cuerpo a esos rayos de sol de aquel domingo...
Tuve que matarlos a todos ellos, para poder morir en ti...

y ojalá y todas las muertes sean tan bonitas como tú.

Que no me hablen de belleza si no te han visto desnuda,
pintándote en el espejo del baño,
que no me hablen de Madrid, 
si no es para decirme lo bonita que estás paseando de mi mano,
y que no me hablen de mí, si no es contigo.

Qué sabréis vosotros de la primera vez que me besaron sus labios;
joder, se me puso la piel de gallina, me llené de un escalofrío placentero,
y entonces me burlé de todos los ángeles porque tú
preferiste bajar del cielo para hacerte mortal y morir conmigo.

Sentía como te metías dentro
como te quedabas con mi pecho,
sometías a mi corazón,
y ponías tu nombre a cada mariposa que nacía.

Fueron tus besos de gata,
los que me dieron las 7 vidas.
Fue tu risa, 
la que me hizo saber que venías del cielo.
Y fueron todos tus "ven", 
los que me hicieron quedarme a morir en tu cama.

Por ti. Contigo."
@miguelgane

martes, 12 de noviembre de 2013

A veces, pienso en los últimos 13 años. En lo preciosos que han sido, en todos y cada uno de los momentos, recuerdos y canciones que me han traído.
A veces, y sólo a veces pienso en lo bonito que es crecer con vosotros. En lo bonito que ha sido aprender. Saber que es una despedida y sentir la emoción de un reencuentro. El valor de un abrazo, de una palabras, de un gesto. Lo que es una promesa, lo que es compartir tu tiempo y querer a una persona.
A veces, pienso que crecer con alguien te aporta una felicidad incalculable. Que vivir tanto juntos nos hace fuertes.
Otras veces, pienso en los dos últimos años y todo lo que me han hecho cambiar. En las personas que han estado ahí y me han hecho crecer con ellas. En todo lo que me han demostrado y en todo lo que aún les queda por enseñarme.
A veces, pienso que si me volviesen a dar a elegir, volvería a elegirlos a ellos, a todos a los que llamo "pequeño", y a todo lo que me han aportado. 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

En el medio del mar hay una isla, la isla del Medio del Mar.
En ella viven muchos gigantes.
En medio de la isla hay una montaña en la que vive Fumarola,
una giganta muy vieja que se pasa el día fumando bolas de nieve.
Con el humo que sale de su pipa, Fumarola hace nubes barco,
nubes corazón, nubes pez, nubes dragón...
La giganta se lo pasa estupendamente con su pipa de nieve,
pensando en todos los niños del mundo que jugarán a descubrir
las formas de las nubes.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Y debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera, no lo conseguiría. Que me encanta mirarte y que te hago mío con solo verte de lejos. Que adoro tus lunares y tu pecho me parece el paraíso. Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. Pero que te quise, que te quiero, aunque estemos destinados a no ser.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Hoy es tu día. El día del enano que se hace grande día a día. De ese niño que siempre me traerá de cabeza. Porque eres el que consigue hacerme llorar y reír en proporciones adecuadas. El que me da los buenos días haciéndome cosquillas, el que cada vez que quiere consigue sacarme de quicio. El que cuida de mi aunque debiese ser al revés, el que juega y salta conmigo. Ese pequeño enano que hoy hace 15 años desde que está a mi lado. La persona que me deja escuchar su corazón cada vez que quiero y acariciarle el pelo hasta aburrirme. El que cada viernes me da los abrazos más perfectos del mundo.

La persona que más se divierte haciéndome cosquillas en el cuello porque sabe que pierdo el control sobre mí. El que me canta canciones inventadas sólo por y para mí. El que me alegra los días tristes y me anima a conseguir todo. El que me da fuerzas solo por estar al lado. El que  me enseña que es querer y que es proteger. Mi pequeñajo, mi "meñuto", mi hermano pequeño, y a veces mayor.
Tengo la suerte de tenerte, porque siempre serás lo mejor de mí. Eres mi mitad. Mi capacidad de enfrentarme a algo, mi ilusión.


Es el primer 30 de octubre que no estoy ahí, llevándote las velas a la cama, pero no dudes que siempre estoy contigo, y que te queda mucho por aguantarme. Que si es verdad eso de la reencarnación, eres lo mejor que me ha pasado en esta vida, en la pasada y en la siguiente. Y con más razón aún, no dudes nunca que te quiero., que eres increíble, enorme, y que me muero de las ganas de abrazarte.
Felices quince.

lunes, 21 de octubre de 2013

Me gustan esos días en los que cambias la rutina, ya sabes, algo distinto. Estamos tan acostumbrados a seguir unas determinadas costumbres que a veces sólo actuamos en función del día que es. Existen personas que  simplemente por el hecho de ser sábado piensan que tienen que salir a la calle y por el de ser domingo quedarse en casa tapados hasta la cabeza. Yo siempre he pensado que no dependemos más que de nosotros mismos.
Ayer, para mí fue uno de esos domingos que rompen con la rutina. Quién iba a pensar que un domingo iba a estar lleno de energía en lugar de ser un día basado en hacer una maleta y volver a otra ciudad donde vives tu día a día.
Fue un día repleto de risas, y por supuesto, de buena gente. Hubo reencuentros y abrazos con gente que llevaba un tiempo sin ver. Volví a desconectar de todo después de mucho tiempo sin hacerlo y a jugar como si volviese a tener tres años. Como diría mi padre, disfruté como una enana. 
Y es que si a mi me dicen que a día de hoy iba a acabar jugando a las canicas en medio del campo no me lo creo. Tampoco si me hubiesen dicho que iba a jugar a esa clase de juegos que no hacía desde hace años, ni que iba a presenciar un concierto privado y en directo de dos chicos increíbles, uno a la caja y otro a la guitarra. Por no hablar también de la voz tan genial que tiene esa persona a la que yo llamo "pequeño". 
Pero con una de las cosas más importantes de las que me quedo, es que me sentí en familia. Y si hace un año me dicen que iba a encontrar una segunda familia, tampoco me lo creo. Ellos han conseguido demostrarme que una comparsa puede llegar a ser una familia.

martes, 15 de octubre de 2013

A veces esperamos y esperamos sin darnos cuenta de que lo esperado siempre estuvo ahí... Que simplemente deberíamos abrir los ojos. Por tanto, te invito a dejar de esperar, pues quizás el tiempo es ahora y lo que te separa de un deseo es algo tan simple como un intento.

sábado, 12 de octubre de 2013

Viernes. Cada día me gustan más, les vuelvo a ver las caras y no hay nada que me quite la sonrisa.
Luego llegan ellos y me hacen reír con cada una de las tonterías y las estupideces que se les pasa por la cabeza. Y venga abrazos y carcajadas.
Y después estoy yo, que es verlos y sonreír. Me gusta reír con ellos, estar con ellos. Me gusta observarles. Y cuando les miro, por mi cabeza atraviesa un "me hacen feliz".
Y es que ya son 13 años, de recuerdos, de momentos, donde siempre, con los de siempre.

sábado, 5 de octubre de 2013

Jueves, 5 de octubre de 1995. Yo no estaba presente, pero seguro que fue un día bonito, el primero que viste. Y si es por días, desde ese han pasado ya unos cuantos.

Pasaron unos poquitos años, y en el 2000 te vi la cara. Supongo que desde el primer momento supimos que lo nuestro iba a ser grande. Preferirás que me ahorre las anécdotas de los dos primeros años, así que me conformo con que sonrías al recordarlas tu misma. Recuerda todo lo que hemos pasado juntas, que no son pocas cosas y precisamente por eso no pueden escribirse todas aquí.
Si tengo que quedarme con momentos, me quedo con todos aquellos en los que hayamos reído, en los que haya abrazos. Me quedo con las carreras que nos tocan dar cada vez que nos vemos, porque no sé cómo nos las apañamos, pero siempre acabamos bajando tu calle a trompicones. Me quedo también con  los reencuentros, y debo decir que también con las lágrimas, porque las que no han sido de felicidad al menos nos han enseñado.

Recuerda nuestras sesiones de fotos, las anécdotas cuando se inunda tu patio o alguna de las veces en las que la hemos liado, y de eso prefiero no poner ningún ejemplo.
También están las miradas, y me quedo con todas porque sé entenderlas, porque sabemos entenderlas. Y lo que más ne gusta, es cuando pensamos lo mismo y nos reímos  sin necesidad de ninguna palabra.
Acuérdate de los viajes, y de las anécdotas de todos ellos, ya sea  cuando nos cogelamos en Granada, nos perdimos en Londres o cuando rompimos algunas de las miles de cosas rotas en Benalmádena.

Y entre las mejores cosas, están las llamadas "domingueras", porque hay que ver la de cosas que podemos llegar a contarnos...
Eres de esas personas por las que me preocupo cada segundo del día, de esas con las que me siento bien al darnos las buenas noches, y por las que pienso de que forma darle los buenos días para que empiece la mañana sonriendo. De las que echo de menos aunque no hayan pasado ni 24 horas desde la última vez que la vi.
Y tengo qur admitir que eres de esas personas a las que más me gusta abrazar.
No me importa decir que me tragaría el orgullo infinitas veces antes de perderte y que, por  supuesto, te quiero mucho más de lo que imaginas.
Gracias por enseñarme y soportarme, por elegirme y gastar conmigo la única cosa que no se recupera, tu tiempo.
Gracias por estar ahí incluso cuando estoy lejos, por enseñarme lo que es tener una hermana, a veces mayor y otras pequeña, por hacerme reír, por los mejores achuchones del mundo, por hacer que los viernes tenga un motivo más para sonreír al verte y por demostrarme que unos cuántos kilómetros no son suficientes.

Pero además de todos los recuerdos que tenemos, gracias por estar a mi lado más de dos tercios de los que son ahora tus 18 años, porque ya son unos cuantos, y los que quedan...


martes, 1 de octubre de 2013


- ¿Sabes? Cuan... cuando era niño hubiera dado cualquier cosa por ser como el resto de la gente.
- Jaja, ¿querías ser mezquino y deshonesto?
- No todo el mundo es así.
- Sí que lo son.
- Tú no eres así.
- Qué sabrás tú de cómo soy...
- Yo solo sé que eres la persona más increíble con tobillos flojos que haya conocido.

domingo, 29 de septiembre de 2013

La muerte no es más que un viaje, semejante al que realizan dos amigos al separarse para atravesar los mares. Como aún se necesitan, ellos siguen viviendo el uno en el otro y se aman en una realidad omnipresente. En dicho divino espejo se ven cara a cara, y su conversación fluye con pureza y libertad. Tal es el consuelo de los amigos que aunque se diga que han muerto, su amistad y su compañía no desaparecen, porque éstas son inmortales.

sábado, 28 de septiembre de 2013

"...Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar... decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas, decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar, descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui., Me dejó de importar quién ganara o perdiera; ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien «Amigo».
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, «el amor es una filosofía de vida». Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas... Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.
Desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente duermo para soñar".

domingo, 22 de septiembre de 2013

Podría decirse que él es una de las personas más fascinantes que conozco. Es de esas pocas personas que me han demostrado mucho en poco tiempo. Me ha hecho ver las cosas desde otro punto de vista y gracias a él he aprendido a darme cuenta de cuales son las personas con las que sabes que puedes contar y que valen la pena realmente. Es de esas personas a las que sé que puedo hablar en cualquier momento del día. Además de todo eso, es de los que ha confiado en mí, que ha creído en mí incluso cuando ni yo misma lo hacía, y eso, quieras o no, significa mucho. Me atrevería a decir también que nunca voy a conocer a nadie como él. Debería añadir que muchas veces me ha sorprendido esa forma de pensar tan parecida que tenemos. Tengo que darle las gracias por muchas cosas, por enseñarme canciones fantásticas, por aguantarme día sí y día también, por hacerme ver que una comparsa puede llegar a ser como una familia, por demostrarme que detrás de unos ojos bonitos hay un gran corazón. También por aguantar todas las veces que le he contado mis reflexiones y paranoias, por hacerme reír con cada una de las cosas que se le pasan por la cabeza y hacerme estallar en carcajadas. Debe saber también que me encanta esa forma que tiene de cogerme y
agitarme la cabeza y de abrazarme, porque no sé cómo, pero siempre sabe cuando se necesita un abrazo. Además de todo, es importante que sepa que le quiero. Gracias por sacar lo mejor de mí, por hacerme parar y saber cómo tranquilizarme. Gracias por cada uno de los momentos que he vivido con él, y por estar ahí cuando otras personas no lo hicieron. Y espero que sepa que adoro llamarlo "pequeño" porque ya sabe la manía que tengo con esa palabra.
Nunca me cansaré de decirle lo grande que es y que como siga así, pronto el corazón se le sale del pecho. Si tengo que pedirle algo, es que no cambie, porque así, tal y como es ahora, es una persona increíble. También que siga ahí, que aún tiene mucho que enseñarme y tenemos mucho que aprender.
Por ahora solo me queda agradecer al destino, o a quien quiera que fuese, que le pusiese en mi camino, porque es una de las mejores cosas que ha hecho. Hoy, esa personita cumple 19 añitos, que se dice pronto, pero que se está haciendo mayor. Espero que dejes que me haga mayor contigo.


sábado, 21 de septiembre de 2013

Cuando te olvides de mi nombre, cuando mi cuerpo sea sólo una sombra borrándose entre las húmedas paredes de aquel cuarto.
Cuando ya no te llegue el eco de mi voz, ni el resonar de mis palabras, entonces, te pido que recuerdes que una tarde, unas horas, fuimos felices juntos y fue hermoso vivir.
Era un domingo en Hampstead, con la frágil primavera de abril posada sobre los brotes castaños.
Pasaban hacia la iglesia apresuradas monjas irlandesas, niños engominados y torpes, de la mano.
Arriba, tras los setos, en la verde penumbra del parque, dos hombres lentamente se besaban.
Tú llegaste, sin que me diera cuenta apareciste y empezamos a hablar, tropezando de risa en las palabras, titubeantes en el extraño idioma que ni a ti ni a mí pertenecía.



martes, 17 de septiembre de 2013

- Minino de Cheshire - empezó Alicia tímidamente, pues no estaba del todo segura de si le gustaría este tratamiento: pero el gato no hizo más que ensanchar su sonrisa, por lo que Alicia decidió que sí le gustaba -. Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, que camino debo seguir para salir de aquí?

- Eso depende en gran parte del sitio al que quieraa llegar - dijo el gato

- No me importa mucho el sitio...- dijo Alicia.

- Entknces tampoco importa mucho el camino que tomes - dijo el gato.

- ...siempre que llegue a alguna parte - añadió Alicia como explicación

- ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte - dijo el gato -, si caminas lo suficiente!


domingo, 8 de septiembre de 2013

- La cosa es que estás enamorada

- No estoy enamorada, nunca lo he estado

- ¿Y si nunca lo has estado como sabes que no lo estas ahora?

- No lo sé, es lo que pienso

- ¿Y qué sientes?

- ¿Cuándo lo veo? Pienso que ese día estoy de suerte, y que solo por eso, debo permtirle dos o tres putadas al karma. Cuando me cruzo con sus ojos me tiembla hasta el tobillo, y nada más verle aparecer se me queda la sonrisa de tonta. Cuando él sonríe... cuando sonríe se me apagan las estrellas, y cuando me abraza se me olvida el universo. No te haces una idea de lo protegida que me siento cuando me tiene acorralada entre sus brazos y su pecho, ni la sensación que me recorre los nervios cuando sus labios rozan cualquier parte de mi piel. Y sí, muchas veces lo he observado de lejos o me he quedado viendo sus fotografías. Más de una vez me han dicho que si le quiero, ¿y cómo no voy a quererle si cuando lo veo se me agita el corazón? Si es que no le quiero más porque no es posible sentir más en este mundo.

- Y ahora dime, si esto no es amor, que baje dios y lo vea.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Hubiese sido mejor regresar a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro me agitaré y me inquietaré; ¡descubriré el precio de la felicidad!
Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón...Es bueno que haya ritos.

domingo, 1 de septiembre de 2013

La primera vez que la vi todo en mi cabeza se aclaró. Todos los ticks, todas la imagenes que siempre se repetían simplemente desaparecieron. Cuando tienes un trastorno obsesivo compulsivo realmente no tienes momentos tranquilos. Incluso en la cama estás pensando: ¿cerré las puertas? Sí ¿me lavé las manos? Sí. 

Cuando la ví en lo único que podía pensar era en la forma de sus labios y la pestaña en su mejilla. Sabía que tenía que hablarle. La invité a salir 6 veces... en 30 segundos. Ella aceptó a la tercera pero ninguna de las veces que le pregunté se sintió bien así que insistí.
En nuestra primera cita pasé más tiempo organizando mi comida por colores que comiendo o hablando con ella. Pero a ella le encantó. Le encantaba que tuviera que besarla 16 veces para despedirla o 24 si era miércoles. Le encantaba que caminase despacio a casa porque había muchas grietas en el camino. Cuando nos fuimos a vivir juntos decía que se sentía segura como si nadie nos fuera a robar porque yo había cerrado la puerta 18 veces. Yo siempre miraba su boca cuando hablaba. Cuando me decía que me amaba su boca se curveaba hacia los bordes. En las noches se acostaba en la cama y me veía apagar las luces y encenderlas y apagarlas, encenderlas, apagarlas, encenderlas, apagarlaa. Ella cerraba los ojos e imaginaba que los días y las noches pasaban frente a ella.

Algunas mañanas empezaba a besarla para despedirme y ella se iba solo porque llegaba tarde al trabajo. Cuando me detenía en las grietas del piso ella seguía caminando. Cuando decía que  me amaba su boca era una línea recta. Un día me dijo que yo estaba quitándole mucho tiempo. La semana pasada empezó a dormir en casa de su madre. Me dijo que no debió permitir que me apegara tanto a ella. Que todo esto había sido un error. Pero ¿cómobpodría ser un error no tener que lavarme las manos después de tocarla? El amor no es un error. Me está matando que ella se pueda ir y yo no. No puedo salir y encontrar a alguien nuevo porque siempre estoy pensando en ella. Normalmente, cuando me obsesiono con algo veo gérmenes metiéndose por mibpiel, me veo a mí mismo siendo atropellado por una fila infinita de coches, y ella es la primera cosa hermosa en la que alguna vez me he estancado.

Quiero despertar todas las mañanas pensando cómo agarra el volante, cómo mueve las manijas de la ducha como abriendo una caja fuerte. En cómo sopla las velas...cómo...

Ahora sólo pienso en quién está besándola. No puedo respirar porque él solo la besa una vez, no le importa si es perfecto.

La quiero de regreso, tanto que dejo la puerta sin cerrar, dejo las luces encendidas.

martes, 27 de agosto de 2013

Cuando somos niños soñamos con cosas pequeñas, sencillas, un helado de fresa, una muñeca que llora y hace pis o esa bicicleta que tiene el vecino del cuarto; cuando nos hacemos mayores, nuestros sueños cambian con nosotros y se vuelven complejos, igual que nosotros y de repente la muñeca de trapo se convierte en un vestido nuevo con el que cruzar un océano a 10.000 metros de altura para deslumbrar a tu marido con un viaje sorpresa; pero los sueños se rompen en pedazos cuando se topan con la realidad, porque la realidad, a menudo es radicalmente distinta a lo que uno cree que es, las personas no siempre son lo que aparentan ser ni las relaciones y mucho menos los amigos y esa realidad es la que se encarga de poner a cada uno en su sitio, porque uno cree que es negro, pero puede ser blanco o uno cree que es blanco pero probablemente sea de todos los colores del arcoiris, uno sabe como empiezan las cosas pero nunca sabe como van a terminar...

lunes, 26 de agosto de 2013

¿Sabes? Yo también se por qué te quiero. Porque haces las cosas fáciles. Y que si tuviera que elegir un sitio para vivir, sería tu cuarto. Porque debajo de tu cama, el mundo es tan pequeño que parece que no puede pasar nada más, y a mí no me hace falta que pase nada más si estoy contigo. Te quiero.
No me hables de como mira, porque cada vez que miraba sus ojos encontraba colores nuevos.
Ni como ríe, porque he estado presente en muchas de sus carcajadas. Tampoco de como bebe, porque más de una vez yo le he dado la cerveza.
No me hables de  sus pantalones, que yo ya he elegido varios y me sé sus colores. Y tampoco de sus camisas, esas que me encanta pero a la vez odio.
No me nombres de las marcas de su piel, que me las he aprendido de memoria. No intentes decirme cuántas costillas tiene, que he tocado el arpa en ellas en más de una ocasión.
No me hables del ritmo de sus latidos, que han sido mi banda sonora, ni de lo dulce de sus voz cuando canta porque yo la he oído en todas sus versiones.
No menciones de su pelo, ya se que es demasiado suave y en cuanto a cómo se lo peina, tranquila, que le he acariciado mil veces hasta quedarse dormido.
No me hables de como abraza, que sus brazos han sido mi abrigo en invierno, ni de su sonrisa de tonto, que yo he sido la causante varias veces.
Ni
de cómo te angustias cuando se va de viaje, que hablar con él mientras estaba en ese autobús se convirtió en una de mis necesidades.
No me hables de cómo hace deporte, que en alguna ocasión he sido su motivo para mirar a la grada. No me hables de cómo se sorprende, que más de una vez lo he sorprendido.
No vayas a mencionar como duerme, que siempre me ha encantado mirarle y no te atrevas a hablarme de sus sueños, que he sido protagonista y más de una vez los dos hemos soñado despiertos.
No me digas nada de su vida, que ése es mi cuento. No me hables de su música, porque no paro de escucharla, tampoco de sus gustos, que los tengo bien guardados.
No me hables de él, que sabes que te gano.

miércoles, 7 de agosto de 2013

5442 días desde que la conozco. Y de todos esos días he pasado miles de horas a su lado. Porque ella es de esas que ha podido ver mis tirabuzones en el pelo aunque no se acuerde,es la única que tiene un dibujo mio guardado desde hace más de quince años ybuna de las pocas personas con las que puedo compartir  recuerdos de un lugar en concreto de  hace ya más de dos lustros.
He perdido la cuenta de los secretos que hemos compartido. Recuerdo perfectamente cómo bailaba vestida de extremeña y la de vueltas y vueltas que daba con la falda puesta. Nunca olvidaré el día que me recorrí medio Badajoz buscando su casa y hablando de recorrer espacios, nosotraa somos de las que nos pateamos una cuidad entera con tal de hacerle un favor a la otra.
Si hablamos de carcajadas nos hemos provocados incontables. Ella es esa persona que me alimenta con chuches porque sabe que las amo.
Destaquemos también que aunque la mayoría de las veces se ríe conmigo, alguna que otra vez se ha reido de mí, sobre todo este último año, ¿eh?
Sabemos que podemos contar la una con la otra para cualquier cosa, porque podemos liar la de dios, pero al final lo conseguimos.

También podemos tener fe absoluta de que aunque quieran, después de estos quince añosno van a separarnos, porque estos quince son solo una pequeñísima parte de los que nos quedan.



lunes, 5 de agosto de 2013

Mirar las olas y escuchar a las estrellas.

Un par de copas y alguna que otra carcajada. Recuerdo cuando me dijiste que mis ojos eran lo más bonito que habías visto. Y que mentira más grande era y lo mucho que a pesar de todo me hacía sonreír cuando lo escuchaba de tu boca. Pensé en la de veces que te  había dicho que eras perfecto aunque no crea que las personas perfectas existan. Pero si lo eras para mí. Ya sabes, tus defectos complementaban a los míos, que no son pocos la verdad, y diciéndote eso me podía pasar las horas.
Aquí estamos otra vez, en el mismo sitio que hace un año,  escuchando las olas y mirando las estrellas, o como tú decías, mirando las olas y escuchando las estrellas, porque siempre dijiste que nosotros íbamos al contrario. Y lo que adoraba que lo fuésemos.

- ¿te acuerdas hace un año en este sitio?


Y cómo no iba a acordarme, si tus labios eran los más bonito que me había tocado. No te respondí, pero supiste entender mi silencio.


-¿vas a volver a tropezar con la misma piedra?


- yo no lo llamaría tropezar, lo llamaría lanzarme de cabeza a abrazarla


- no tiene sentido abrazar algo que no tiene brazos para abrazarte a ti- sonreíste más para ti mismo que para el resto del mundo- a no ser que esa piedra sea yo, y no es por molestar pero que piedra más sexy


Y otra carcajada. Admitamos que soy un poco masoquista, pero ese era uno de los defectos que tu complementabas.


- echaba de menos escuchar las estrellas contigo, hacerlo sola no es lo mismo



- brindemos- me sonreíste de lado, porque sabes que me desarmas de ese modo- por lo primero que se te pase por la cabeza.

Y se me pasó un "el verano pasado", y sonreíste. Habías vuelto a ganarme.

viernes, 2 de agosto de 2013

Si nos ponemos a hablar de ella, hay que admitir que esta niña es especial. Ese pelo negro y largo que le cae por toda la espalda soy capaz de distinguirlo en cualquier parte del mundo, y no solo por la de veces que he jugado con él entre mis dedos ni por la cantidad de trencitas que le he hecho. Y esos ojos color miel y al sol verdosos, de ese tipo de verde que recuerdan a un lindo gatito, y ella sabe mejor que nadie el por qué. Es imposible decirle que no cuando te mira y te maulla, o cuando te hace pucheritos  con tal de conseguir lo que quiere, y no hace falta aclarar si lo consigue o no. Y sus pequitas, sus pequitas son adorables, pero no he conocido a persona que le queden mejor que a ella. Podemos hablar también de su pinta labios rojo, que combina a la perfección con ella, con todo su conjunto, y sobre todo, con el color negro azabache de su pelo y lo blanquito de su piel. Por eso es mi Blancanieves.

Hay que mencionar su forma de ser, esa que consigue tranquilizarte al instante porque emana paz por los poros de su piel. Y pasar un solo momento con ella se traduce en que te entren ataques de risa floja y digamos que la seriedad se escapa y no hay forma posible de encontrarla.
Supongo y me atrevería a afirmar que de estos seis años juntas no puedo ponerlo todo aquí, no sabría que palabras usar para describirlo. Solo puedo decir que nos quedan muchos años y que tenemos que acabar grabando un vídeo que ella sabe cual es, esa es nuestra promesa.
Los dieciocho solo son el principio de todos los demás. Felices dieciocho pequeño gatito.










viernes, 26 de julio de 2013

17 años, 8 meses y 17 días, y aún me considero una enana y una cría, y creo que es algo que seguiré pensando mucho tiempo. Y es que aún después de "tanto" tiempo no me he dado ni la mitad de hostias que me quedan por darme. Debe ser porque me queda un larga lista de lecciones que aprender y de huesos que romperme. Y de todas esas lecciones estoy haciendo un pequeño libro, ya sabes, eso de que de los errores se aprende, siempre he pensado que es cierto.
Pero a pesar de todo este tiempo, en el que he aprendido algo pero no lo suficiente, creo que algo he tenido que hacer bien. Eso es lo que se suele decir cuando se consiguen cosas increíbles ¿no?. Pues yo tengo algo parecido a esas cosas increíbles, pero en lugar de cosas son personas. Tampoco puedo afirmar que las tenga, porque soy de esos que piensan que a una persona no se le puede poseer. Pero puedo estar tremendamente orgullosa de decir que esas personas tan increíbles están a mi lado. Y es que hay que ver que he conocido gente grande y yo con mi manía de llamarlos de mi forma cariñosa "pequeño". Y cuando digo grande no me refiero ni a la estatura ni a su tamaño corporal. No me refiero a nada de eso. Quiero decir que son grandes como personas, por su forma de pensar y de ver la vida. Grandes, porque tienen un corazón que no les cabe en el pecho. Grandes, porque son capaces de hacerme sonreír con solo una palabra o un gesto, y de hacerme feliz con un simple abrazo o un beso. Son increíbles porque sé con absoluta certeza que puedo contar con ellos y espero que sepan que pueden contar conmigo. Y si tuviera que definirlos en unas pocas palabras creo que decir que son increíble y enormemente grandes es lo que menos se merecen. Y si después de este tiempo, y aún siendo una cría, he conseguido tenerlos cerca...será que habré hecho algo bien, ¿no?



miércoles, 24 de julio de 2013

Volvía a hacer calor y la dichosa cabecita no dejaba de pensarle. Él, el que siempre aparecía dónde menos lo esperabas. Él, que podía pasar desapercibido siempre que quisiese y ella, que hasta entonces pensaba que la ciudad era demasiado grande como para encontrarse sin tenerlo planeado. Pero él, y sólo él, fue capaz de cambiar sus opiniones al respecto y aprendió que la cuidad es lo suficientemente grande para escondernos y lo suficientemente pequeña como para verse cada día. Y ahí estaba él, que aparecía como si fuese capaz de volar y aparecer en cualquier sitio. Y ahí estaba ella, que después de tanto verle no sabía que existía. Él, que bajaba las escaleras como todos, pero no de la misma manera, y ella, que se deleitaba con solo verle pasar y sonreir, sonreirle. Él, que caminaba con esa gracia que ella era capaz de distinguir desde kilómetros de distancia y ella, que lo miraba con esos ojos marrones que eran capaz de decir mucho y poco a la vez. Y si hablaban de los ojos, ella aún no era capaz de distinguir el color de los de él, siempre tan cambiantes y enigmaticos. 
Y centremonos en ti, digo en él. Alto y de brazos fuertes, de ojos mágicos y cara alegre. Expresivo hasta los extremos, del que podía verse desde lejos en qué momento emocional de su vida estaba, o al menos podía verlo ella. Oficial amante de los perros, los dibujos animados, los libros, aunque no todos, y las películas. Y las series. Y la comida y la cerveza. Y su amante principal, la música. Y qué clase de música. Esa que no escuchaba casi nadie, pero si la escuchaba ella. Y luego estaban sus manos, que parecían lo más fuerte del mundo pero eran lo más suave que jamás la habían tocado. Y su pelo, su brillante y suave pelo que el tanto adoraba y hacia que el resto adorase. Y sus palabras. Y su colonia, ésa que ella percibía desde la distancia y que él dejaba por todos lados. Y sus despistes. Y sus carcajadas. Y esa calvita en su barba. Y su forma de abrazar. Y su forma de dibujar. Y lo perfecto de su sonrisa. Y esa camisa que tan bien le quedaba y tanto odiaba ella, o que no odiaba. Y lo curioso y hermoso de su ropa. Y lo intrigante de él en conjunto. Y lo loco que estaba y lo que le hacía reir a ella. Y la confianza que inspiraba, y lo sensible, mimoso y adorable que era. Y sus preferencias. Y su forma de pensar, y su forma de ser. Y lo familiar que era.
Y luego estaba yo, que diga ella. Que aún no había conseguido definirse, o no habían conseguido definirla, o lo que quiera que fuese. Estaba ella, con carrera y varios máster en comerse la cabeza.

lunes, 15 de julio de 2013

Pero la vida volvía a darnos la espalda. Y fue justo cuando todo parecía que nos iba a salir bien, cuando estábamos riéndonos nerviosos porque conseguimos lo que queríamos, porque estábamos a las puertas. Y todo se nos fue. Vino ese huracán que tanto temíamos y se llevo todo destrozándolo por completo. Y se nos fueron las sonrisas, el brillo en los ojos y todos los planes. Así, sin avisar, sin darnos tiempo a un adiós. Nuestro problema fue perdernos en uno en los ojos del otro y pensar que podríamos conseguirlo todo sin pensar que el tiempo no lo podíamos parar. Que relojes hay muchos y formas de medirlo miles, pero de pararlo, de pararlo no hay ninguna aunque nosotros pensásemos que juntos podíamos lograrlo. Creíamos que alejándonos del mundo nada podría pararnos y solo conseguimos que nos estallase en la cara. Y ahora solo nos quedan los recuerdos hechos trozos, guardados en el fondo de la mente. El saber que solo basta con mirarnos a los ojos. Los dos tenemos el sentimiento guardado dentro de nuestro corazón, como si fuese entre paños de algodones, el sentimiento de ese momento en el que pensamos que el mundo era enteramente nuestro. Pero todo se nos fue.




Menos el habernos encontrado.

viernes, 5 de julio de 2013

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Hay quien piensa que ser romántico es recitar poesía, cenar a la luz de las velas  y pasear bajo la luna llena, pero eso no tiene nada que ver con el romanticismo, ni siquiera con el amor. el verdadero romanticismo consiste en ser incoherente con uno mismo,  rompernos y traicionarnos de cabo a rabo. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Eso es el verdadero romanticismo, alguien que llegue y te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz. Que arrase de un plumazo con todos tus valores, tus "yo nunca", tus "yo que va". Volverte loco, mudar de piel, morir por alguien, arriesgarte, enamorarte, sentir que te estorba la piel, y si no sientes eso, entonces, puede ser cualquier cosa, pero no es romántico

jueves, 4 de julio de 2013

Sería capaz de salir corriendo hasta tu casa, de gritarte por la ventana, de quemar tu timbre, de saltar por todo tu jardín, de tirarme a tu piscina, de esconderme por tu salón, de ocultarme en tu cocina, de reír a carcajadas cuando me encontrases, de acariciarte pelo, de llenarte de cosquillas, de bañarme en tu colonia, de salir con tus amigos, de hablar mucho más alto, de arriesgarme a todo o nada, de llevarte muy muy lejos, de perderme en tu mirada, de regalarte mil caricias, de subirme a tu espalda, de dormir justo a tu lado, de vivir en tu guitarra.

viernes, 28 de junio de 2013

- ¿Es que no puedes parar de reír?-la miró con algo de rabia en los ojos- esto es serio Carlota

- ¿Serio? Tú nunca has sido serio-ella volvió a reír y le miró a los ojos- ¿no puedes dejar de lado las preocupaciones por un momento?

- ¿Cómo quieres que las deje? Esto no es un juego

- Porque tú no quieres que lo sea-Carlota cogió la mano de Giovani- siempre me has dicho que puedo con todo lo que me proponga, que confías en mí, que me merezco que me vaya bien porque soy una buena persona- Giovani no apartó sus ojos claros de los soñadores ojos marrones de Carlota- y más de una vez te he dicho que lograrás lo que quieras, que eres una gran persona, y que las buenas personas siempre triunfan

- Pero no tiene nada que ver-Giovani miró sus manos cogidas- ¿de qué sirve que seamos buenas personas si nunca nos sale nada bien? ¿si cada vez que parece que estamos a punto de conseguirlo nos damos la hostia aún más grande?

- Deja de pensar en que todo va a salir mal ¿recuerdas lo que me decías cuando me hundía por las noches?


- Que confiases en tí misma, que todo saldría bien y... que tenía que irte a dormir-sonrió al recordar todas esas conversaciones- que te metieses en la cama y te arropases bien para no coger frío, y que cerrases los ojos hasta que empezases a soñar cosas bonitas- Giovani buscó los ojos de Carlota- siempre me decías que parecía un hermano mayor


- y yo siempre te hice caso cuando me mandabas a dormir- Carlota sonrió, sus ojos nunca habían brillado tanto como ese día- ahora te toca hacerme caso a mí. Los dos hemos admitidos que aún somos unos enanos y que nos queda muchísimo por aprender, así que aprendamos juntos. ¡Ríete conmigo!- Giovani no pudo evitar sonreír al escucharla

- tenemos que celebrar muchas cosas-apretó la mano de Carlota, demostrándole que esta ahí, que seguiría ahí siempre

- recuerda que estamos juntos en esto-ella sonrió- eres una persona muy grande, y voy a conseguir lo mejor para ti, vamos a conseguir lo mejor

- juntos-sentenció Giovani, y a Carlota le pareció la mayor señal de amistad que alguien podría jamás demostrarle

lunes, 24 de junio de 2013

- ¿La quisiste?
- Estuve con ella, ¡claro que la quise!
- ¿Y después de que todo acabó, la seguiste queriendo?
- Aunque a veces me cueste aceptarlo sí, la seguí queriendo...
- ¿Y por qué no luchaste, por qué no hiciste algo para volver con ella?
- ¿De qué me hubiera servido? si yo sabía que a pesar de quererla lo nuestro no podía ser, si a veces intentamos e intentamos aún sabiendo que es inútil y llegamos a ese punto en el que nos damos cuenta de que ya fue suficiente, esta de más decir que la ame, que lo que viví con ella fue hermoso, y que como se lo prometí más de una vez no la voy a olvidar nunca, y quizás ella hoy me odie, quizás todas sus amigas me odien porque piensan que fui un gilipollas que al poco tiempo de dejarme con ella andaba con otras chicas , que nunca la quise, y todas esas estupideces que dicen las personas, pero nadie sabe lo mal que yo lo pasé por ella, nadie tiene una idea de las sonrisas que me sacaba con el simple hecho de hablarme al chat, y puede ser que si me haya equivocado, que algunas cosas las haya hecho mal, pero la quería, de verdad la quería y eso se lo puedo discutir al que sea. Por un tiempo intenté fingir que no me importaba, que ella era libre de hacer su vida y yo la mía, por un tiempo creí haber superado todo lo vivido, hasta que la vi, la vi riendo con sus amigas, la vi feliz, y entendí que por más de que pase el tiempo nunca dejaré de quererla, nunca podré olvidarla completamente y hoy que  ya pasó un tiempo, que ya crecí bastante puedo decirte que la amé, que fui el hombre más estúpido del mundo por haberla perdido, que quizás tenía que haber remado un poco más, pero las cosas fueron así, hay relaciones que no tienen salvación, y el querernos tanto nos hizo demasiado mal, por eso la dejé ir...
- ¿Crees que ella ahora este con alguien que realmente la merezca?
- No sé si la persona con la cual está la merece, ¿quién soy yo para decirle eso? La hice sufrir tantas veces que sería un idiota si opinara con respecto a su relación , pero la persona con la cual hoy está solo le pido que la cuide, que la ame, que la respete, que no la haga sufrir, que le saque tres sonrisas por cada lágrima que yo la saqué, y si ese hombre es capaz de hacer eso, si esa persona puede hacerla feliz y amarla la mitad de lo que la amé yo...tiene todo mi respeto y de corazón y con lágrimas en los ojos puedo desearles lo mejor.
Tengo 27 planes, y voy a empezar por los 13 primeros. El primero, mi plan A, era acercarme a ti. Robarte el mediodía con miradas, dejar que  me digas que en esa curva vas a subir a matarte. Porque dices que tu muerte es mi sonrisa. Sin haber conocido el precipicio de tu clavícula.
Mi plan B: era besarte. Beberme el intento de no enamorarme de ti, si vuelves a cortar el aire con tu pelo.
Mi plan C, era coserte mi costado. Comerme mis dudas en tus costillas. Contarte que la vida es una hostia y que tú me devuelvas a tu realidad con una dosis de sueños.
Mi plan D, consistía en decirte que siento que necesito meter inyecciones de realidad, pero es que te tengo tanto miedo...Que pensarte, a veces, se ha convertido en la película de terror en la que me tapo los ojos y dejo que se vea la vida a través de mis dedos. Que te tengo que mirar entre líneas, porque sin obstáculos no me atrevo.
Mi plan E, es esperarte. Aunque la mitad de mi se acojone ante tus senderos. Espérame. Que los "ven" son de cobarde y yo ya estoy yendo.
Mi plan F, es follarte el corazón de tal manera, que crea que las primeras veces no duelen. No sangras. Que crea que después de todo, va a quedar alguien abrazado a tu espalda.
Mi plan G, es ganarte la guerra de todas las veces que no me has dicho que te deje en paz
Mi plan H, es herirte. Abrirte de lado a lado y colarme en tu pecho. Que sientas que tus latidos son los besos que corren por tus venas.
Mi plan I, es imaginarnos. Las veces que no te tenga. Las noches en las que solo tengo de tí, tus "buenos días pequeño/a
Mi plan J, es jodernos a partes iguales. Creerme las excepciones y dolernos las mitades.
No tengo plan K.
Pero mi plan L se trata de lamerte las heridas que un día te hizo Madrid. Limpiarte las derrotas, porque veo que nuestras victorias se miden en lenguas.
Mi plan M, eres tú. Comenzarte. Seguirte. Acercarte. Besarte, Coserte. Decirte. Esperarte. Follarte. Ganarte. Herirte. Imaginarme. Joderte. Joder. Lamerte. Para después matarte y morirme.
Y... esto solo es una parte de todos mis planes. Ahora voy a salir a buscarte, y voy a comenzar por el plan B, que el primero siempre falla.
Tú... empieza por el E. y espérame, ¿vale?

martes, 21 de mayo de 2013

Pequeño, te escribo esto para decirte que , aunque a veces eres el pequeño enano más insoportable del mundo, eres el mejor hermano que alguien puede tener. No importa que seas el pequeño, también eres el mejor hermano mayor que tengo porque a veces de verdad parece que lo eres. No quiero perderte nunca, quiero que estés siempre ahí, conmigo. Que nos cubramos el uno al otro cuando la liemos y que me sigas mirando con esa cara de "y tú eres la mayor de los dos..." cuando hago tonterías. Que sigas cantándome esas canciones sin sentido que te inventas sobre la marcha y que a veces solo sirven para sacarme de quicio. 

Quiero que estés orgulloso de mí y que cuando hables de mí digas "ésa es mi hermana" con la cabeza bien alta, porque yo estoy orgullosa de ti desde el día que naciste. Sé que llegará el momento en el que cada uno haga su propia vida, pero espero formar parte de la tuya y poder seguir diciéndote sonriendo "eres un pequeño incordio". Quiero que hagamos cosas juntos y, que el día que necesites a alguien sepas que yo estoy aquí, contigo.

Quiero compartir contigo muchas cosas, quiero que sepas que, si alguien te toca un solo pelo yo le quedo calvo, pero sobretodo, quiero que sepas que solo tiene que importarte una cosa, es bastante simple " no le des importancia a lo que piense la gente, simplemente haz lo que quieras hacer y sé lo que quieras ser"
Eres la persona de la que espero que consiga lo que quiere, sé que vas a cumplir todos tus sueños, y que sepas que yo soy la persona que va a estar ahí para apoyarte y verte cumplirlos.






lunes, 22 de abril de 2013

Aún hay ciertos momentos en los que recuerdo todo aquello que hacía y me encantaba de pequeña. Cuando columpiarme muy fuerte era casi volar, los hombros de mi padre eran el sitio más alto del mundo, cocinar era mezclar todo  eso que encontraba a mi paso, lo más divertido del mundo era jugar a los soldados en el campo, las figuras más bonitas y decorativas estaban hechas de plastilina, tener frío era cuando tu madre te daba su abrigo y te sobraba ropa por todos lados, la película más emocionante era cualquiera de las películas disney y la canción que más me gustaba cantar con mi padre era la de Balú. Esa época en la que lo peor que podía pasarte era que te cayeses y todo se curaba con un beso en la herida. Cuando los momentos más divertidos del verano eran enterrar a tu padre con arena de la playa sin que él se diese cuenta y jugar en la piscina a que él era un tiburón. Cuando lo único que te dejaba sin aire eran las guerras de cosquillas cada mañana al despertarse y  lo más atrevido del mundo era ponerse de pie en el columpio. Aquellos tiempos en los que esperar 5 minutos era lo más insufrible, cuando podías hacer lo que querías sin miedo a lo que dijesen los demás,  que cuando algo salía mal se arreglaba con un "artiviri".
¿Dónde ha quedado todo eso? ¿En qué momento he crecido sin darme cuenta?

miércoles, 10 de abril de 2013

Pensaba en nuestra historia, en cómo sin darnos cuenta, todo ha cambiado tanto. O quizás, más que nuestra, podría decir mía. Siempre he pensado que nunca sabes lo suficiente de la vida como para contarla. ¿qué puedes decir tú, pequeño ignorante, cuando apenas levantas un palmo del suelo, de lo que es la vida? ¿de lo que se espera de ti en este mundo? ¿de lo que puedes o no conseguir? ¿de lo que el destino tiene preparado para ti? No puedes hablar de aquello que no conoces.
¿Pero acaso tendría sentido todo lo que vives si no lo vas recopilando en recuerdos? En momentos que capturas con tu mente y por mucho que quieras nunca más vas a poder a repetir igual. Por eso, en mi opinión creo que somos como cámaras de fotos. Ojalá pudiésemos revivir todos y cada uno de los momentos que pasan por delante de nuestro ojos, repetirlos a cámara lenta y fijarte en todo lo que había allí. Quizás en ese momento pasaste por alto a la pareja de ancianitos que cruzaba por el otro lado de la calle, quizás no viste esa mariposa que revoloteba cerca  de esas flores, o incluso no te diste cuenta de que alguien te estaba sonriendo en ese mismo momento mientras tú no le mirabas.

Pienso que si supiésemos todo lo que va a suceder en cada segundo, nada de esto sería divertido. Es cierto que, muchas veces, duele más el no saberlo y encontrarte con lo que pasa de frente, sin previo aviso, porque si lo supieses.. ¿no podrías acaso prepararte para eso? Pero solo cuando vives sin saberlo es cuando verdaderamente aprendes, porque yo también creía que había cosas que duraban para siempre.
Recuerdo esos momentos, cuando todo lo que tu pensabas sobre algo se quiebra, se rompe en mil pedazos. Cuando todo lo que tu tienes planeado se vuela como si hubiese pasado un huracán. Como cuando la lluvia cae fuerte y hace ruido al chocar con la ventana de tu habitación.
Pero también es cierto que todo esto está lleno de momentos en los que no paras de reír. Dicen por ahí que después de la tormenta siempre viene la calma, y que si quieres ver el arco iris primero tienes que soportar la lluvia. Yo soy de las que corre, salta y baila bajo la lluvia. De las que ríe a carcajadas por cualquier tontería, no me importa donde ir, porque si es con la gente adecuada podría irme a sentar a una piedra. Yo, soy de las que piensa que si algo acaba, es porque así tiene que serlo. No vale la pena alargar algo que ha llegado a su fin, todo lo que se tensa demasiado acaba rompiéndose. 
Cada día, cada instante de tu vida, alguien nuevo puede entrar y alguien que llevaba mucho tiempo ahí salir de ella. Yo, personalmente, soy de las que le gusta estar con su gente. Me encanta pasar las horas simplemente mirando a algunas de las personas importantes de mi vida.
Siempre he sido algo rara, pero es una sensación que me encanta. Sobre mí, podría decir que podría dormir con una sudadera, pero jamás con pantalones. Que soy la personas más vergonzosa del mundo, pero sin embargo me paso las horas haciendo el tonto. Soy de las que prefiere dormir abrazadas a una almohada o a un peluche antes de dormir sin nada. Que si me dan ataques de risa no los controlo. Me las arreglo sin saber como, para liarla sin darme cuenta, y es que creo que a veces hago las cosas sin pensar y otras veces las pienso tanto que al final nada sale como esperaba. 
De mis canciones podría hablarte de miles de ellas que probablemente ni conozcas, pero siempre he sido de las que escucha y ve cosas que nadie suele ver. ¿Compartir mis secretos? Claro, pero con quien yo elijo. Soy tremendamente pesada cuando quiero, duermo muy poco aunque a veces podría tirarme tres días seguidos dormidaa. A veces, de buena llego a ser tonta. No puedo soportar un sólo día sin música, para mí el día no empieza hasta que no escucho la primera canción, y no acaba hasta que no ha pasado lo mismo. Soy de las que un día le da por pensar en toda su vida y le da por escribir cosas que probablemente a nadie le importan, pero lo hago igualmente.
Puedo decir y afirmar que soy una de las personas más mimosas y cariñosas que puedes echarte a la cara a lo largo de tu vida. Que a mi o me das besos y abrazos o es como si no te hubiese visto, o mucho peor, como si yo para ti no fuese nadie.
Tengo la costumbre de impregnar todas mis cosas de colonia, pero no tengo ninguna fija. Un día puedo coger la mía, otro día la tuya, otro día la de mi madre. El hecho de oler todo el rato algo que me encanta me relaja de sobremanera. Y en cuanto a colonias tengo dos debilidades esenciales que no se las digo a nadie.
Podría hablarte de sentimientos, pero en realidad eso no lo hago con casi nadie. Sólo te lo explicaría si me das la confianza necesaria como para contártelo y siento decirte que para eso tienes que conseguir mucho. Soy de las que se guarda todo para dentro, como si fuese un saco donde cabe absolutamente todo. Pero a veces el saco se rompe y grito y lloro y me entran ganas de abandonar todo. Gracias al cielo siempre hay alguien con el parche para arreglar el descosido y evitar que cometa alguna locura.
¿Y para que hablar de mis gustos si no van a tener nada que ver con los tuyos? Siempre me han gustado las cosas que no le suelen gustar a los demás. Y si hablamos de cosas imposibles se me ocurren unas cuantas que me gustaría que se hiciesen realidad. Empezando por poder hablar con cualquier persona en el momento que fuese, incluso cuando ya no están junto a nosotros. Siempre he querido que se invente el teletransporte. Y si hablamos de súperpoderes, me encantaría poder controlar el tiempo. Que pase rápido, que pase lo más lento posible, o que no pase y detenerlo justo en ese momento fantástico. Justo en el momento en el que acabas de romper en una carcajada, justo cuando estás dando un abrazo. Momento especiales que acabas guardando siempre para ti.
Y si acabamos hablando de los sueños, vivo en un mundo donde no paro de soñar. Sueño dormida, como  todos, y sueño aún más cuando estoy despierta. Puede que por eso me ría de la nada yo sola, que me sonroje al imaginarme algo, y puede que por todo ello piensen que estoy loca.
Sinceramente me da lo mismo, nunca pedí tu opinión sobre nada de esto.
Llámame como quieras, llámame loca, friki, tonta, rara. Te diré con una sonrisa que lo soy y que me encanta serlo.