lunes, 6 de agosto de 2012

Ella es de las personas que su cara refleja todo, desde la alegría hasta el enojo. Ella frunce la boca cuando hace “pucherito” y rueda los ojos por no decir “ hay que ver la gente”. En ciertos aspectos es algo extremista o no te habla o te habla, o no te dice nada o te lo grita todo. SI tiene que ser realmente sincera, lo va a ser, y más si se lo pides tú. Aún así puede ser muy compasiva y cariñosa. Definitivamente no le gusta hacer lo que no quiere que le hagan. No le recuerdes más de una vez lo que tiene que hacer, no es tonta y tiene muy buena memoria. Las injusticias la sacan de quicio, la alteran y le ponen los nervios a flor de piel. Y sobre los nervios , no tiene cura, ella usa la ignorancia como escudo personal. Odia indiscutiblemente a las personas que tienen el don para arruinar los días bonitos, más aún a los que empeoran los feos. Ella es loca por naturaleza e inquieta. Nunca faltan sus sarcasmos ni su sentido del humor. Es de las personas que le pasa de todo o no le pasa  nada. Se encarga de mantener todo bajo control o por lo menos eso te hace creer. Sabe que para actuar hay que pensar primero en frio. Como a todos, no le gustan las situaciones en que la ponen entre la espada y la pared. Cuando quiere es muy insoportable, pero también, cuando quiere puede ser la chica más dulce de la tierra. Ella nunca va a ocultar su angustia ni mucho menos sus lágrimas, aunque haga lo imposible por contenerlas. Por lo general, finge ser fuerte para no mostrar sus debilidades, pero por dentro, es más blanda que el pan. Ella tiene su forma de ver la vida, tratando de  ser positiva, y por sobre todo, la vas a ver perseverar. Y aunque tenga días malos, como todos, sabe que el mañana será otro día y el sol posiblemente saldrá.

domingo, 5 de agosto de 2012

Odio que todo en mi vida trate de ti. Odio que las canciones describan nuestra relación. Odio que no pueda evitar sonreír aún cuando no quiero. Odio que tus chistes sin gracia me hagan reír igual. Odio que no pueda mantenerme enfadada contigo. Odio que las despedidas me hagan llorar a escondidas. Odio que no pueda disimular mi desesperación por tenerte. Odio que me ponga nerviosa con tan sólo verte. Odio que te diga un no, y con sólo mirarte te diga un sí. Odio que simplemente me puedas tanto.

jueves, 2 de agosto de 2012


Prométeme esto: que te quedarás a mi lado para siempre. 
Pero si Dios no lo quiere, el destino intervendrá. Si estamos obligados a decir adiós y si tienes hijos algún día, cuando les enseñes las fotos, por favor, ¡diles mi nombre! cuéntales cómo la multitud se volvió loca, diles que espero que ellos brillen.

Hay veces que la vida cambia de golpe. A mi, por ejemplo, me cambió por un sueño. Me soñé con alguien a quien no conocía. Por supuesto que lo había visto alguna vez, todas las personas que aparecen en nuestros sueños se han cruzado con nosotros aunque sea solo una vez en la vida. y yo sabía dónde había visto a esa persona. La había estado viendo todos los días durante años, delante de mí, a apenas unos metros. Pero no sabía quien era. Y así fue como de repente esa persona aparecía en  los lugares y sitios más inesperados hasta que el destino decidió encontrarnos. Estos meses han sido bonitos ¿sabes? No hemos sido nada, o si, no sé. Quizás hemos sido un apoyo el uno en el otro, quizás hemos sido ese "confió en mí y no le he defraudado" Hemos sido ese "sabes que vales mucho". sé que ahora mismo ya no somos ni eso. Somos dos conocidos, dos personas que alguna vez fueron o quisieron ser algo. Pero también se que todo esto sigue, que el destino, o más bien nuestras propias decisiones van a hacer que nos encontremos otra vez. Espero que esta vez seamos algo más, que seamos algo.
No sé, pero a veces pienso en ti. No te hagas ilusiones ¡eh!, he dicho que solo a veces. No estoy las 24 horas del día pensando en ti, ni siquiera estoy segura de que piense las 24 horas del día. Pero eres de esos pensamientos que calan en lo profundo de la mente y de repente salen a la luz con la más mínima señal, como...una palabra. Una insignificante palabra que te hace recordar cosas. A veces también pasa con una expresión, una frase, una canción, un color. Al menos, a mí a veces me pasa. Y me gusta que me pase, aunque otras veces no lo hace. Qué irónico ¿no? En cierta parte me gusta pensar en ti, eres un bonito pensamiento. Pero no me gusta que te cueles tan fácilmente en mi cabeza y que estés tanto tiempo ahí, creando ilusiones y fantasías. Y no me gusta porque no sé si yo también me cuelo en tu mente de esa manera. Estoy segura de que no, que tu mente es mucho más impenetrable, o que yo no soy lo suficientemente buena para lograr entrar en tu cabeza así como así. Quizás, y sólo quizás, me encantaría que estés en mis pensamientos e incluso que no salieses de ellos si a ti te ocurriese lo mismo conmigo. Pero nunca llueve a gusto de todos. Al menos estoy contenta porque pensarte es bonito. No se si alguna vez te han dicho esto, pero eres una bonita forma de pasar el tiempo. Mi tiempo.