Y fue entonces, justo entonces, en aquel preciso momento. Cuando de repente me di cuenta de que, a no ser que algo cambiara en seguida,iba a llevar una vida en la que mi relación más importante sería la que estaba manteniendo esa misma noche, con aquella botella de whisky.

Tienes seis sonrisas ¿sabes? Una cuando algo te hace reír de verdad, otra cuando te ríes sólo por cortesía, la tercera, cuando te sientes incomoda, otra cuando te ríes de ti misma, la quinta es cuando algo me sorprende, y la sexta...cuando hablas de tus amigos

Es horrible temer el sitio que una vez amaste. Ver una esquina que antes conocías perfectamente y tener miedo de su simbre, no atreverte a subir unos escalones familiares. Nunca he sabido lo que es vivir miedo, tener miedo de volver a casa sola, miedo de encontrar polvo blanco en el buzón, a la oscuridad y a la noche. Tener miedo a la gente, siempre he creido que el miedo era cosa de los demás, la gente mas débil, nunca lo había sentido. Hasta que ocurrió, y cuando te alcanza sabes que siempre ha estado ahí, al acecho, bajo la superficie de todo cuanto amabas y se te eriza el bello, se te encoge el corazón y ves caminar a la persona que una vez fuiste y te preguntas si volverás a ser esa persona.

Si algún día me pasa algo, quiero que sepas que aunque muchas personas piensen que me vas a hacer daño, que no me convienes o cosas por el estilo, yo no pienso así. Además, sé que tengo razón, porque soy yo la que te conozco y no ellos. Quiero que sepas además que eres con diferencia lo que andaba buscando durante todo este tiempo, y lo seguirás siendo hasta que me demuestres lo contrario. Me gusta que tengas planes de futuro conmigo. Pero si todo lo que sube (me has subido al cielo con tus besos) tiene que bajar, lo aceptaré. Será el precio de estar en tu paraíso durante un período indefinido de tiempo. Y sí, me caeré de boca. Pero es el precio que estoy dispuesta a pagar por estar contigo.

Perder aquel olor, era como perderla por segunda vez.

Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día y no nos damos cuenta de que es ella la que tiene que encontrarnos. Y eso será donde menos te lo esperas, en el instituto, en el supermercado, en mitad de una huida. Y cuando llega descubres que ahí no acaba todo, que el final de un camino sólo es el principio de otro y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado. Y esconderse es lo que menos te importa, lo que importa es que estás tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida, y ya sólo importa el hoy, el presente, y lo que queda por venir.

Hay personas que entran en tu vida y lo cambian todo, persona por las que vale la pena parar, respirar y valorar, valorar lo que realmente importa, los detalles, las pequeñas cosas. Cosas como el agua de mar, las nubes, una mirada de ésas que lo dicen todo, unos ojos como los tuyos, el modo en que me sonríes, ese abrazo infinito mezclado de sal, los balcanes del estómago, tus manos, despertar a tu lado, esos detalles que hacen que todo tenga sentido, incluso lo que hasta el momento de conocerte creí que no importaba, son esas pequeñas cosas las que lo cambian todo, las que provocan que haga las maletas y salga corriendo sin importarme donde, siempre y cuando el destino seas tú, las culpables de que me hayan brotado alas.

Tú, de esas personas que aparecen y lo cambian todo y hacen que ya nada importe y, a la vez, que todo empiece a importar.

Abro los ojos y sé que estas, y me dejo llevar sin pensar ni hacia donde ni a qué lugar porque nada importa si tú estás.

No me gusta el silencio. Ese silencio absoluto que hay en algunos lugares hace que se me ponga el pelo de punta, que no me sienta cómoda y que el sitio en el que me encuentre parezca oscuro, tenebroso y sin vida. Sin embargo, tampoco me gustan los pequeños ruidos en mitad de la noche. Ellos hacen que esté alerta, que compruebe todo lo que me rodea y que desconfíe de cada sombra.

¿Pero sabes que es lo que sí me gusta? Me gustas tú, me gusta un tu y yo, un nosotros. Me gusta una tarde de verano contigo, me gustan tus ojos, tu pelo, tus abrazos, me gusta que me mires y sonrías, me gustan tus canciones. 

"Pide un deseo" -dijeron

Cerré los ojos y pedí por ti.

Sé que este no es el momento ni el lugar más apropiado.

Pero me gustaría hacerte una propuesta.

¿Te gustaría envejecer a mi lado?

Prometo amarte incluso en tus enojos.

Entibiar tus manos cuando estén frías.

Preocuparme que nada te falte.

Ni en lo físico ni en el amor.

Saldremos a comprar lo necesario y lo que no también.

Pero lo que es más importante.

Con seguridad te digo que te amaré hasta el último día de mi vida.

Desde el principio supe que es a ti a quien quiero en mi final.

Ahora depende de ti.

¿Te casarías conmigo?

Que eres el único motivo por el que sigo en este puto mundo.

Soy de esas chicas a las que le gusta reír, sí, reír hasta que le duele la barriga. De ésas a las que le gusta estar con sus amigos, de ésas a las que les gusta la felicidad pura. De las chicas a las que les gustan las locuras, que les gusta querer y que les quieran. De a las que no le importa hacer tonterías por medio de la calle pero que sin embargo se muere de vergüenza por cualquier tontería. De ésas que nunca sabes con exactitud por dónde van a salir. Que me moriría sin música y digamos que sí, soy un poco especial en canciones. Soy de esas chicas a las que le gustan las películas románticas y a las que le gusta leer, de las que se enamoran sin darse cuenta, de las que se acuerdan de los pequeños detalles. Soy de ésas a las que le gusta escribir y mostrar sus ideas, que tiene imaginación y que le encanta soñar. Soy de esas chicas que se interesan por lo que quieren, que se preocupan por los demás, que quizás, y sólo quizás, piensa más en el bien de los otros que en el de ella misma. Soy de ésas que podrían pasarse horas, horas y horas mirando a una persona sin cansarse. De ésas que insisten para conseguir lo que se proponen.

De esas chicas que quieren correr bajo la lluvia con una persona especial, que quieren cantar a voz de grito, que quieren que pasen cosas que antes imaginan. De ésas a las que les gustaría pasar el verano entero con el chico al que quieren y conocer a sus amigos, y que él conozca a los suyos. Que no le importa lo que hagas si eres feliz sin dañar a nadie. De esas chicas a las que le encantan los perros, que harían cualquier cosa por verte, que es capaz de tener empatía. De ésas que se ilusionan rápido. Soy de ésas.

Si supieras cuánto te quiero y lo que haría por ti, no me dejarías nunca.

Echar de menos...  ¿alguien sabe con certeza que es exactamente echar de menos? ¿qué significan esas palabras que muchas veces decimos? si te paras a pensarlo, muchas veces esas cuatro palabras "te echo de menos" salen de tu boca casi automáticamente, sin pensar, simplemente las dices y las persona que las escucha es entonces la persona más feliz del mundo, tan solo por decir esas cuatro palabras.

Pero... ¿de  verdad todas las personas saben lo que es echar de menos a alguien? En mi opinión, muchas personas dicen que te echan de menos sin saber en realidad lo que es eso, y muchas otras se dan cuenta de lo que de verdad significan esas palabras cuando ya no pueden decírselas a las personas a las que extrañan.

Esa sensación de perder a alguien para siempre, y no me refiero  a esas veces en las que alguien se va pero sabes que va a volver o incluso que, cuando pasen los años podéis volver a quedar, veros, coincidir, no, me refiero a cuando esa persona, desgraciadamente, se ha ido para no volver. Cuando la has perdido para siempre y quizás las últimas palabras que has cruzado con ella no han sido un "te echo de menos" o un "te quiero" y es incluso más doloroso cuando tus últimas palabras han sido "te veré pronto" porque luego no vas a volverle a ver y sientes que en cierta parte has faltado a una promesa. Y quizás, entre toda la mezcla de sentimientos está el "echar de menos".

Por supuesto, para echar de menos a alguien no hace falta que esa persona desaparezca de tu vida para siempre. Creo que "echar de menos" es cuando te falta algo, y si, te falta algo porque de buenas a primeras esa persona con la que quedas todos los días, con la que hablas y pasas el rato, o incluso tan sólo intercambias unas palabras sin importancia se alejan por un tiempo. Tampoco es necesario que sea mucho tiempo, basta con un día, dos, una semana... pero ese período de tiempo se te hace mucho más largo de lo normal y de verdad las horas se hacen eternas, tan eternas como en las películas, interminables.

Es irónico que con lo feliz que te hace que esa persona a la que tu echas de menos te diga, de alguna u otra manera, ya sea por mensaje o por teléfono, un "te echo de menos" muchas veces nosotros no lo digamos por miedo a lo que la otra persona te pueda decir.

Echar de menos, un sentimiento tan bonito y feo a la vez, bonito por lo que significa echar de menos, significa que de verdad te importa, que valoras y quieres en tu vida a esa persona, feo porque te deja una sensación de vacío inmensa y porque te gustaría no echar de menos porque en realidad desearías que esa persona estuviese contigo y no tener que extrañarla.

Pero echar de menos es muchas veces inevitable y tengo que admitir que sí, que ahora mismo, en estos instantes te echo de menos a ti, aunque tú no lo sepas y aunque tú a mi no me eches de menos, pero necesitaba decirlo, necesitaba escribirlo.

 "Te echo de menos"